"Nací felino y soy muy terco en mi camino. Soy un gato y al que no le guste que no mire más, que hay ciertas cosas que yo no puedo cambiar. Y al que no le guste mi color, mi forma de maullar, hay mil rincones donde se puede mirar. Soy un gato, tuve suerte, de no ser un ser humano de esos que sólo hacen daño".

miércoles, 22 de enero de 2014

A cocachos aprendo


Desde que empecé mi etapa laboral, he tratado de ser una persona dedicada, responsable, proactiva y rápida en el cumplimiento de mis funciones en cualquier área encomendada -sí, así como el floro que escribimos en el perfil de nuestros curriculums-, pero a pesar de mis tantas habilidades los problemas con compañeros de trabajo estuvieron y están siempre presentes.

En mi primer empleo:

Como en cualquier mal planteado cargo, me encontraba yo rellenando varias funciones como asistente, que se dividía en dos áreas, es decir, tenia dos jefas. Pésima idea si ambas chocaban en algún tema y no sabía a quién hacerle caso, o qué debía hacer? Optaba por darle más importancia a la que me caía más chevere, ajá. Me encantaba esta jefa, ella me quería mucho porque le gustaba como me desempeñaba. Pero esta relación creó envidias por parte de la otra, en muchas ocasiones, marcando así el futuro de mi estadía en ese trabajo, porque finalmente se vengó de mi (o de mi jefita) e hizo que me despidieran.

En mi segundo empleo:

Aquí no duré mucho dadas las horas que laboraba, pero fui tan eficiente y aprendí tan rápido que me dejaban sola en la atención a los clientes, esto se volvía un locurón cuando habían varias personas y sola no podía así que, quise renunciar. Al ofrecer los detalles tuve que sincerarme y acusar a una señora, que era mi compañera, de no ayudarme en nada, mala muy mala decisión ya que, marcó el futuro de mi estadía en ese trabajo, porque me hizo la vida de cuadritos al punto de llorar muchas veces. Renuncié.

En mi actual y tercer empleo:

He escrito algunos post dedicados a este trabajo. Siempre recuerdo hasta el día de hoy, próxima a cumplir 4 años, que desde el primer día me quise ir, porque esta es una empresa bastante disfuncional donde sólo parchan errores, donde gritar te define como jefe, donde tener problemas en casa definitivamente se reflejan en la oficina, donde los jefes te llaman: "ay que pesada", "oye 'tal'", donde nadie admite sus errores, donde para todo hay que buscar culpables y condenarlos en vez de solucionarlo, donde cada minuto inventan una tarea nueva, donde te despiden en cada puto momento cuando les llega tu cara, donde aparentan preocuparse por la imagen que brindan y no se preocupan por lo que verdaderamente importa, el bienestar de sus empleados. Lo sé, se que debería renunciar y lo he pensado tantas veces, lo sé, sé muy bien que no debería permanecer más aquí.

A finales del año pasado decidí eso, irme por las razones antes expuestas. Además, dado que ya egresé de mi carrera de Marketing y ajam ajam soy ya marketera, era el momento propicio de iniciar un nuevo camino, otro rumbo, una próxima meta, un pronto desafío, y todo lo que se le parezca... Pero también quiero seguir estudiando, también quiero comprar algunas cosas, también quiero arreglar mi casa y todo lo demás que se le parezca. Por eso y muchas cosas más lalala, decidí continuar, claro previo a eso pedí un aumento ¿Crees que me lo otorgaron? Pues no, aunque saben que es muy difícil traer a una persona nueva y que decida quedarse (gracias al feo ambiente de aquí. muchas no duran nada) a pesar de mi jefa decir que no quiere que me vaya, a pesar de reconocer que sin mi caerían en un caos, a pesar de ello, deciden ahorrarse y arriesgarse que valorar el trabajo de uno. Así que no vale de nada dar lo mejor si hay quienes no lo saben valorar; dejé de tener iniciativa, ahora sólo me limito a cumplir con todo sin aportar más.

Ahora todos los problemas se han sumado a que se nota cuando no aporto y no tengo iniciativas, ya que insinúan que no hago mucho a diferencia de las demás que se ven cargadas de tareas y labores; pero ciertamente no tengo la culpa de acabar mis cosas rápido y que me quiera ir a la hora de la salida si ya todo lo acabé, no es mi culpa que no sepan organizarse, y no por ello debo pagar pato... simplemente no es justo. Para qué dar más si no soy reconocida, no tiene ningún sentido.

Quiero hacer de mis días aquí un lugar feliz sin que nadie joda, donde haga mis labores de forma eficiente y eficaz, y nada más, porque a cocachos aprendí.