Cada vez queda más alto el muro que has creado, se me dificulta encontrar con qué puedo alcanzar la cima... están quedando menos cosas. Trato de no desistir pero no soy tan alta, aunque me ponga de puntitas mis dedos sólo rozan; mi estrategia es saltar sin temer, y no pensar que caeré con el montón de cachivaches debajo de mi... pero este miedo va creciendo a la par del muro.
Cuando suelo alcanzarlo puedo ver a todo el mundo debajo de mi, cual hormiguitas andantes. Siento el cielo en mi cabeza, toco las nubes, hablo con la luna, río con el sol, lloro con las estrellas. Todo es tan perfecto, raro, impredecible...