"Nací felino y soy muy terco en mi camino. Soy un gato y al que no le guste que no mire más, que hay ciertas cosas que yo no puedo cambiar. Y al que no le guste mi color, mi forma de maullar, hay mil rincones donde se puede mirar. Soy un gato, tuve suerte, de no ser un ser humano de esos que sólo hacen daño".

jueves, 17 de septiembre de 2015

Con dedicatoria


¿Quién no ha dedicado una canción? Todos en algún momento hemos dedicado esa canción tan precisa, exacta, coincidente y/o extremadamente identificable. Yo en particular no sabía cuántas canciones he dedicado hasta tomarme la molestia, sí, de realizar un recuento de estos, sólo de los últimos 4 años. Cuando se tiene herramientas llámese ‘facebook’ que facilitan el recordar deja de ser complicado “hacer memoria” por lo que, no sólo volví a cantarlas sino también trajeron a mi mente algo más que canciones; bien dicen: “recordar es volver a vivir”.

Además de las canciones para mis gatitos, esos que los autores dedican a tan misteriosas criaturas, y frases famosas; yo dediqué y me dedicaron canciones de amor, creo que es lo típico ¿verdad? Siempre está esa canción que: “habla de nosotros” y “siento así”. Pero hay canciones que te marcan más y que cuando las vuelves a escuchar (como hoy) llegan a tu mente, de acuerdo a tu estado actual, con la más súbita depresión o con la más dichosa felicidad; tú eliges.

Nothin’ on you, just the way you are, contigo, 505, lovesong, soñé, forever with you

Pero ciertamente existen momentos en la vida y oportunidades en las que no te limitas a dedicar canciones al amor, sino que además: a ti, a tu padre, madre, hermano (a), amigo (a) y ¿por qué no? a tu mascotita. Este es mi caso y la razón por la que creo este post, no hay mejor manera de sentir que una canción es tuya, cuando llega a fortalecerte brindándote ánimos y esperanzas; esa es la mejor parte de una canción dedicada, que porque es tuya y para ti, te funciona.

Yo te extrañaré, I’ll be missing you, Fabricando fantasias, The moon song (me cantaron), Stop crying your heart out, 93 million miles

También existen canciones que únicamente resulta posible escucharlas sola, con audífonos, en la noche, tapada bajo la manta y en voz alta. Hoy por hoy para mi es: See you again.


¡Qué sería de la vida sin la música, para nuestra tranquilidad y apacible existencia!