Quiero que fluyas, que nada te perturbe, que continúes.
A veces te siento poderosa, lo suficientemente sólida al
brindar una sonrisa. A veces te siento tan decidida y tan terca a caer
nuevamente en lo conocido; pero luego sin darte cuenta estás pendiente y ansiosa,
nerviosa y meditabunda.
Un “no lo sé” carcome tu cerebro ¿Es tan difícil decir “no”?
Hace poco escuché en una obra: “si ensucias, limpia; si lavas, seca; si no
me quieres no me digas que me quieres y si me quieres dímelo”. ¿Es tan difícil decir
“no”?