Recuerdo que fue el sonido de la lluvia la que me despertó,
sus sonidos haciendo melodía en mi cabeza, me asomé hacía la ventana y al
empañarla se dibujó mi sonrisa. No eran esas lluvias que emanan tristezas, no
eran sus gotas las que ocultarían lágrimas. Era aquella lluvia la que te brinda
arcoíris, aquella que al finalizar te deslumbra con rayos de sol.