Un año más vieja pero no más sabia. Desgraciadamente comprobado pero afortunadamente poco a poco superado; sé que no soy perfecto, bien, no me castigaré más por no serlo.
Sí, prometí ser más relajada, más tranquila con mi plan de vida y aunque las cosas no son como lo esperaba, sólo me queda seguir. Seguiré sonriendo con las simplezas de la vida y disfrutar cada momento, sólo dejándome llevar.
Por lo pronto ya decidí algo, ya entendí muy bien: se acabó. Ya nada me quitará el sueño, porque mis pensamientos deben ser mi presente, mi ahora, mi hoy.