-¿Cómo estás?
-¿La verdad?
Me siento bien. Desde hace mucho no me sentía tan yo, tan esencial, tan
completa, tan real.
Quería
escribir hace un tiempo lo que estoy viviendo, mejor dicho cómo me estoy
sintiendo; pero yo sé que hay algunas personas que conocen este lugar, y no
digo que me 'stalkean' ni nada por el estilo, pero el simple hecho de saber que
saben de este lugar, me incomoda.
Bien, voy a
contarte. Desde hace mucho estuve detrás de alguien, quería sentirme completa a
su lado pero las cosas no funcionaron y no me arrepiento, gracias a ello: conocí,
exploré, aprendí y crecí; de todo lo vivido hay que encontrarle el enfoque
positivo.
Y es que así
es, aprendí que la vida está llena de hermosas simplezas y somos nosotros
quienes decidimos si queremos vivir en el paraíso o en el infierno, si vemos el
vaso medio lleno o medio vacío, si nuestra energía es positiva o negativa porque
al final de cuentas todo depende del cristal con que se mira. A pesar de ver mi
vida: más fresca, más buena vibra, más amor y paz, no quería seguirla sin estar
al lado de esa persona, un poco masoquista sí pero ya está, una vez que me dio
el adiós definitivo, no miento, me dije a mi misma “ahora es cuando” no podía seguir pidiendo cariño.
Sentí como
si volviera a nacer, como si hubiera estado en un sueño profundo y acaba de
despertar, de ver la realidad y que ésta no me asustaba, sentí que todo lo podía,
que todo era posible, que quería vivir, bailar, cantar (aunque ya lo hacía quería
hacerlo mucho más fuerte), hacer todo lo que alguna vez planeé, clases de: baile,
canto, actuación, fotografía; sentí que tenía mucho tiempo para mí y quería dedicarlo
sólo a mí. Quería estar sola, el amor había pasado a otro plano lejano, es
extraño, yo que vivía del amor, ya no lo necesitaba más.
Desde ese
momento el cuarto que me acogía todo el día empezó a extrañarme, traté de salir
lo más que podía: a caminar, a pasear, a bailar, a tomar, a cantar; ciertamente
no creo en las coincidencias pero fueron fines de semana no planeados que
dieron en el clavo, sin roches, sin necesidad de ‘motivaciones’ (llamémoslo alcohol),
sólo pasarla bien porque la vida es una y la vergüenza innecesaria. Esos días terminaron
dirigiendo el sentido de mis ambiciones porque formar nuevas amistades me gustó,
quiero llenarme de amigos(as) que me brinden buena onda, quiero conocer nuevos
lugares, quiero aprender, nutrirme, explorar y vivir.
Lo único extraño
de todo esto, es que cuando me propusieron escribir sobre amor me bloqueé, no
me había dado cuenta hasta ese momento que para yo escribir de amor debía sentirlo
y recordé que al comenzar mi blog no escribía sobre eso, eran netamente de mí,
de mis gatos e intereses, y recién descubrí esa magia cuando me enamoré, ahora
no puedo escribir sobre ello y confirmé que ese sentimiento ya no existía para mí,
que ya no lo quiero, no lo anhelo, ni lo busco. Aunque, lo enfoco de otra manera,
cuando deba llegar llegará y sino normal. Mientras, la vida hay que vivirla bien, plena y feliz, y así lo haré.
Para
finalizar, seamos felices; disfrutemos las simplezas que nos ofrece la vida, no
nos la compliquemos tanto, aún hay mucho por hacer y ninguna decisión será un
error porque es nuestra vida y debemos hacer lo que nos haga feliz, y para todo
lo que se nos presente no te preguntes: ¿Por qué? Sino más bien ¿Para qué? Es decir,
tengamos siempre un enfoque positivo.
¡Buenas
vibras!