"Nací felino y soy muy terco en mi camino. Soy un gato y al que no le guste que no mire más, que hay ciertas cosas que yo no puedo cambiar. Y al que no le guste mi color, mi forma de maullar, hay mil rincones donde se puede mirar. Soy un gato, tuve suerte, de no ser un ser humano de esos que sólo hacen daño".

jueves, 17 de diciembre de 2015

Sé y vive


-¿Cómo estás?
-¿La verdad? Me siento bien. Desde hace mucho no me sentía tan yo, tan esencial, tan completa, tan real.

Quería escribir hace un tiempo lo que estoy viviendo, mejor dicho cómo me estoy sintiendo; pero yo sé que hay algunas personas que conocen este lugar, y no digo que me 'stalkean' ni nada por el estilo, pero el simple hecho de saber que saben de este lugar, me incomoda.

Bien, voy a contarte. Desde hace mucho estuve detrás de alguien, quería sentirme completa a su lado pero las cosas no funcionaron y no me arrepiento, gracias a ello: conocí, exploré, aprendí y crecí; de todo lo vivido hay que encontrarle el enfoque positivo.

Y es que así es, aprendí que la vida está llena de hermosas simplezas y somos nosotros quienes decidimos si queremos vivir en el paraíso o en el infierno, si vemos el vaso medio lleno o medio vacío, si nuestra energía es positiva o negativa porque al final de cuentas todo depende del cristal con que se mira. A pesar de ver mi vida: más fresca, más buena vibra, más amor y paz, no quería seguirla sin estar al lado de esa persona, un poco masoquista sí pero ya está, una vez que me dio el adiós definitivo, no miento, me dije a mi misma “ahora es cuando” no podía seguir pidiendo cariño.

Sentí como si volviera a nacer, como si hubiera estado en un sueño profundo y acaba de despertar, de ver la realidad y que ésta no me asustaba, sentí que todo lo podía, que todo era posible, que quería vivir, bailar, cantar (aunque ya lo hacía quería hacerlo mucho más fuerte), hacer todo lo que alguna vez planeé, clases de: baile, canto, actuación, fotografía; sentí que tenía mucho tiempo para mí y quería dedicarlo sólo a mí. Quería estar sola, el amor había pasado a otro plano lejano, es extraño, yo que vivía del amor, ya no lo necesitaba más.

Desde ese momento el cuarto que me acogía todo el día empezó a extrañarme, traté de salir lo más que podía: a caminar, a pasear, a bailar, a tomar, a cantar; ciertamente no creo en las coincidencias pero fueron fines de semana no planeados que dieron en el clavo, sin roches, sin necesidad de ‘motivaciones’ (llamémoslo alcohol), sólo pasarla bien porque la vida es una y la vergüenza innecesaria. Esos días terminaron dirigiendo el sentido de mis ambiciones porque formar nuevas amistades me gustó, quiero llenarme de amigos(as) que me brinden buena onda, quiero conocer nuevos lugares, quiero aprender, nutrirme, explorar y vivir.

Lo único extraño de todo esto, es que cuando me propusieron escribir sobre amor me bloqueé, no me había dado cuenta hasta ese momento que para yo escribir de amor debía sentirlo y recordé que al comenzar mi blog no escribía sobre eso, eran netamente de mí, de mis gatos e intereses, y recién descubrí esa magia cuando me enamoré, ahora no puedo escribir sobre ello y confirmé que ese sentimiento ya no existía para mí, que ya no lo quiero, no lo anhelo, ni lo busco. Aunque, lo enfoco de otra manera, cuando deba llegar llegará y sino normal. Mientras, la vida hay que vivirla bien, plena y feliz, y así lo haré.

Para finalizar, seamos felices; disfrutemos las simplezas que nos ofrece la vida, no nos la compliquemos tanto, aún hay mucho por hacer y ninguna decisión será un error porque es nuestra vida y debemos hacer lo que nos haga feliz, y para todo lo que se nos presente no te preguntes: ¿Por qué? Sino más bien ¿Para qué? Es decir, tengamos siempre un enfoque positivo.


¡Buenas vibras!