"Nací felino y soy muy terco en mi camino. Soy un gato y al que no le guste que no mire más, que hay ciertas cosas que yo no puedo cambiar. Y al que no le guste mi color, mi forma de maullar, hay mil rincones donde se puede mirar. Soy un gato, tuve suerte, de no ser un ser humano de esos que sólo hacen daño".

domingo, 6 de diciembre de 2009

Bendita noche


Antes de ayer, viendo las noticias diarias en la tv, un reportaje especial me llamó mucho la atención. Los niños de Aldeas Infantiles SOS se presentaban los días 4 y 5 de diciembre en la Plaza San Martín, cantando las más bellas canciones y presentando una historia que nos cautivaría y haría reflexionar sobre los verdaderos sentimientos de la navidad, de la manera más sencilla, con la inocencia de los niños ¡Tenía que ir, esto no podía perdermelo!

Anoche, tras una mañana muy aburrida, me fui acompañada, a las afueras de Chorrillos y a los adentros de la gran Lima, el Centro de Lima; exactamente en la Plaza San martín. Quería llenarme de vibras positivas que los niños del Perú me ofrecerían con sus cantos.

Tras aproximádamente 1 hora en el bus, caminamos hasta el lugar; llegamos exactamente a las 8:05, el Show había comenzado a las 8:00 (que puntuales, maravilla de peruanos).

La cantidad de gente era impresionante, era de esperarse; una maravilla así como la que presentaron esos niños, ¡no se iba a repetir! Parada a lado de mi acompañante fue reconfortable, me sentí anonadada: las luces, los niños, sus bailes, las canciones; ¡demonios! las ganas de llorar no las pude aguantar.

Fueron varias canciones pero aquí las que no olvide, y si no las olvide es porque de verdacito me gustaron:

Un millón de amigos, Que canten los niños, Color esperanza, Ángel; estás canciones precisamente son las que me hicieron romper en llanto.

Arbolito, El burrito sabanero, Rodolfo el reno; todos sus cantos estaban acompañados de coreografías, pero estas canciones exactamente fueron las que más me agradaron, me pareció graciosísimo como tocaban sus orejitas ya sean de burritos o de renos.

La puesta en escena, estaba acompañada de una historia, sobre un niño que no creía en la navidad y que, a través de estas canciones podía cambiar de opinión.

Creo que el propósito de este Show fue logrado, las personas salieron con una gran sonrisa en sus rostros, tal vez duró sólo ese momento, pero para mi que, me jacto de mi amor por el arte salí gustosa.

Aquí un vídeo de lo que disfruté, no hay fotos por pura seguridad (dejé mi cámara sana y salva en casa U.U, aunque luego me arrepentí)